La tradicional silla de cafetería de los años veinte sirvió como modelo para este proyecto con formas equilibradas y cómodas, cuya versalidad sobrepasa la de sus predecesores en madera. La monocarcasa en plástico es resistente al viento y a cualquier tipo de clima. La silla, con su diseño agradable y su sutil gama de colores, combina tan con ambientes contemporáneos como antiguos. Además es apilable en todas sus versiones.